Retrato de Walter Acuña - Entrega

 




Para la Experiencia dos: Otredad, realizamos el retrato de Walter Acuña, quien es director de orquestas por profesión pero actualmente no la ejerce. En sus tiempos libres se encarga de recoger elementos que encuentra en la calle para darle una nueva utilidad o reciclarlos.


La puesta en escena se basó en los objetos que nuestra persona ya tenía dentro de su vivienda y que el mismo entorno se preste para contrastar la delicadeza y elegancia que acarrea la profesión de Walter con uno de sus pasatiempos más llamativos.

Principalmente utilizamos luz natural que provenía del ventanal frente a la cocina, el cual ya contaba de antemano con un plotter para difuminar la entrada de luz; lo que nos fue de ayuda ya que permitía que la luz no sea tan dura sobre el personaje y los objetos.

Decidimos destacar la textura de sus manos por medio del contraste con la luz porque son importantes para la profesión que Walter ejerce

Junto con lo que mencionamos antes de la luz de frente que genera un clima de ensoñación dentro de la cotidianeidad de la luz natural.


Memoria escrita:


En primera instancia, cuando se nos presentó la oportunidad de retratar a una persona, como grupo buscábamos alguien que nos pareciera interesante en su modo de vivir, es decir, que se destaque por sobre los demás por alguna singularidad en su personalidad, profesión o  entorno. Pensamos en varias personas conocidas, hasta que dimos con Walter, quien al principio estaba reacio con la idea de ser grabado en su intimidad sabiendo que su espacio y su acumulación podrían ser malentendidos, pero finalmente accedió a la primera entrevista.

Cuando conocimos el mundo de Walter quedamos maravilladas por lo particular que era. Un increíble músico retirado que a su vez dedica gran parte de su tiempo a restaurar objetos en desuso. 

En la segunda instancia, decidimos aprovechar la luz natural que proviene del ventanal frente a su cocina y lo ubicamos a Walter frente a él y que realice alguna actividad cotidiana. Él mismo fue quien decidió cortar pan, ya que es algo que hace todos los días ahí en frente para su madre, a quien cuida. La forma tan natural en la que él dejó de cortar pan y comenzó a entonar una de sus canciones favoritas, como si estuviera dirigiéndola, nos hizo pensar que quizá no era simplemente una acción que realizó para la cámara sino que en su día a día él intervenía pequeños momentos con su música.

La tercera instancia de grabación fue para perfeccionar algunos planos que en el segundo rodaje pero en grosso modo quedamos conformes con lo que pudimos retratar y poder haber combinado las diferentes facetas que presenta un actor social tan complejo como él.










Planta de luces







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